Revestimiento de zinc
El zinc, un elemento natural, saludable y abundante, se utiliza ampliamente en la construcción. El zinc metálico tiene una serie de características que lo convierten en un revestimiento protector contra la corrosión muy adecuado para productos de hierro y acero. La excelente resistencia a la corrosión del zinc en la mayoría de los entornos explica su uso exitoso como revestimiento protector en una variedad de productos y en muchas condiciones de exposición.
Esta resistencia a la corrosión comprobada es el resultado de la capacidad del zinc para formar subproductos de corrosión densos y adherentes, lo que conduce a una velocidad de corrosión considerablemente menor que la de los materiales ferrosos: de 10 a 100 veces más lenta, dependiendo del entorno. Si bien una superficie de zinc fresca es bastante reactiva cuando se expone a la atmósfera, los productos de corrosión del zinc se desarrollan rápidamente en la superficie a medida que el recubrimiento se expone a los ciclos naturales de humedad y sequía en la atmósfera.